El bautismo es un sacramento, es decir, un signo a través del cual Dios se comunica con nosotros y nos da su gracia y su vida. Bautizar a nuestros hijos significa abrir el camino a la relación entre ellos y el Dios dador de vida. El bautismo cristiano marca a los niños en el nombre del Dios de la vida (Padre, Hijo y Espíritu Santo). Los hace hijos de Dios y los fortalece con el Espíritu del Señor crucificado y resucitado para que, como miembros de la iglesia, puedan vivir en el mundo como hijos de Dios.
Bautismo
El Bautismo de nuestros hijos nos compromete a ayudarlos en su camino en esta vida. Tenemos que proteger su vida frágil y tierna y ayudarlos a crecer en la abundancia de vida y amor de los hijos de Dios. A todo esto nos comprometemos ante Dios y ante la comunidad en la pila bautismal. Hay tres momentos en los que los adultos declaran y asumen su papel en el Bautismo de los niños: 1. Antes de bautizarlos, reafirman su propia fe. 2. Proclaman ante Dios y la comunidad que sus hijos son hijos de Dios. 3. Y renuevan su compromiso cristiano de amar a nuestros hijos, de nutrirlos y educarlos como miembros, con nosotros, de una sola familia. Requisitos para Bautismos en la Parroquia María Madre de la Misericordia:. |